jueves, 28 de febrero de 2013

CULTURA RAPA NUI


Para hablar sobre esta misteriosa cultura tenemos que trasladarnos al siglo XII aproximadamente y a la Isla de Pascua. Una pequeña isla de Chile, ubicada en la Polinesia en medio del Océano Pacifico. Una isla de 163,6 Km en unas condiciones de extremo aislamiento.
Aquí viviría el pueblo Rapa Nui, descendientes de los primeros pobladores provenientes de Polinesia. Este pueblo tendrá una  sociedad  gobernada por el Ariki, con descendencia atribuida directamente de los dioses. Estará dividida en tribus y con clases muy estratificadas, ocupando cada tribu una zona, siempre con franja costera. La mayor parte de la población viviría hacia el interior junto a las áreas de cultivo y en el litoral establecerían sus centros religiosos, políticos y ceremoniales donde adoraban a sus ancestros.
 
En la adoración de estos ancestros es donde encontramos el misterio de esta cultura, ya que estos dioses a los que ellos atribuían poderes sobrenaturales reciben el nombre de Moai y se representaban con esculturas de piedra monolítica que solo se encontraba en esta isla, con unas dimensiones enormes.
Se pueden encontrar cerca de mil esculturas repartidas por toda la isla. Aunque muchas de ellas están inacabadas todas tienen la misma estructura: una representación humana, con unos rasgos faciales muy marcados y en un principio adornados  con una especie de sombrero o moño de piedra rojo llamado Pukao.
 
Este adorno  podía pesar mas de diez toneladas y lo extraían del Crater Puna Pau, a veces muy lejos de donde se encontraban  las estatuas, con lo cual debían hacer un gran esfuerzo para transportarlas para mas tarde elevarlas hasta la debida altura para colocarlas sobre las cabezas.
En las cavidades oculares colocaban placas de coral, simulando los ojos.
El significado de estas esculturas es aun a día de hoy incierto, se cree que fueron talladas como representación de difuntos antepasados fallecidos y que a parte de una representación del linaje de su tribu y que proyectaban  en él poderes sobrenaturales como  la fertilidad, el crecimiento de sus cultivos, etc.
 
Debian estar situadas sobre una plataforma ceremonial y siempre los rostros debían estar mirando hacia el interior de la isla, unas reglas que cumplen todos los Moais con  solo una excepción en toda la isla, los siete Moais de Ahu Akivi que no miraban hacia el interior, sino hacia la costa. Al parecer, se cree que representan a siete exploradores que predecerian a los primeros colonizadores.
 
 
Al ver estas esculturas en estos tamaños tan desmesurados lo primero que nos preguntamos es  como las trasportaban, como  las tallaban y como las clavaban en el suelo para que se mantuviesen de pie, ya que estamos hablando de monolitos de piedra de hasta 80 toneladas de peso, transportadas y trabajadas por un grupo de hombres sin ningún   tipo de maquinaria, ni tecnología, unicamente disponian de su fuerza. Aun hoy en día se siguen creando teorias.

 
 
 
A mediados del S.XVII, el culto a los Moais se fue abandonando y ellos mismos fueron quien las destruyeron todas. Lo que hoy en día podemos ver son reeconstrucciones.
Se cree que su sistema entro en crisis por la presión demográfica, la escasez de recursos y las guerras entre linajes.
Aparecerá entonces un nuevo culto religioso, llamado Tangata Manu ( el hombre pájaro). Esta ceremonia se celebrará una vez al año y consisitirá en una carrera donde los representantes de los jefes de cada linaje deberan competir por conseguir un huevo de Manutara, un ave migratoria que anidaba en un islote cerca de la isla en la que ellos vivian. Los corredores descencian por un volcan y nadaban por el mar lleno de tiburones hasta el islote donde a veces debían esperar varios dias hasta que conseguian el huevo. El primero en volver sería considerado Hombre Pájaro y tras dar victoria a su linaje debería permanecer un año aislado en la ladera del volcan. No podrá lavarse, ni cortarse el pelo, ni las uñas y solo un sacerdote podrá visitarlo de vez en cuando.
Este rito religioso durará poco ya que el 1722 tendran su primer contacto con los occidentales.
 
Los primeros colonizadores quedaron impresionados al ver todas las esculturas monolíticas que se encontraron por toda la isla. Desde ese momento no han cesado de aparecer preguntas sobre esta misteriosa cultura, hoy en día aun sin descifrar.
 
 
 
 
 
 

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